El material arqueológico procedente de una excavación es tan importante como la excavación misma, ya que asociado a su registro estratigráfico, constituye la evidencia tangible de la vida social en el pasado.

 

A través del análisis particular de materiales culturales y su contexto, es posible obtener datos fundamentes e inéditos de la sociedad que lo produjo.

 

La conservación de este material, consiste en los procedimientos necesarios para que se pueda mantener en las mejores condiciones posibles a lo largo del tiempo.

 

Éstos pueden estar orientados únicamente a la prevención del deterioro (conservación preventiva y estabilización) o en la reparación del daño (restauración), respetando las características particulares de cada tipo de material.